El origen
Es de color blanco brillante esmerilado y anaranjado en sus extremos, lo veo a través de la ventana y humedezco de nuevo mis ojos por los laterales, siempre lloro cuando lo veo. Hoy lo he visto de color rojo en movimiento, emocionada he corrido a abrir la ventana. Y al hacerlo mi garganta se ha resecado y me faltaba el aire en mi pecho. La he cerrado con miedo y con fuerza
creo que no es el momento de abrirme. He seguido con mi labor
decapar la roña que hay en mis patas y en mi interior, uso un fuerte decapante, cristal y guantes de acero, es un trabajo lento y concienzudo, como cuando era niña y le daba brillantina a las patas del aparador de mi madre, sin ninguna recompensa, sólo la del trabajo bien hecho. Así busco mi origen
a ver si un día me encuentro.
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